PERSONAS

La cultura de Brasil es una maravillosa mezcla de religiones, etnias, lugares llenos de color, emocionantes celebraciones y mucho más.

Personas de todo el mundo, con una variedad de contextos culturales, llaman a Brasil de casa. La mezcla de este crisol de personas comenzó hace miles de años, con los indios nativos americanos, y hace tan sólo unos pocos cientos de años con los primeros colonizadores portugueses. El portugués es el idioma oficial de Brasil, aunque muchos dialectos indígenas todavía se hablan en algunas áreas.

La religiosidad en Brasil presenta una gran variedad de vertientes. Sin embargo, la mayoría de las personas en Brasil declara ser el catolicismo su principal fe religiosa. Mucho de su práctica y de muchos otros puntos de vista religiosos se unen para formar un sistema de creencias hibridadas. A diferencia de otras áreas del mundo, la cultura brasileña coexiste pacíficamente con esa variedad de religiones.

 

Pasar tiempo con la familia es casi sagrado en Brasil. Usted encuentra a varias familias que cenan juntas, parecido a lo que sucede en España. Los brasileños también encuentran tiempo para socializar con amigos y suelen respetar las tradiciones, pasándolas de una generación a otra.

Los orígenes étnicos también prestan al país una cultura multicolor. Muchos ciudadanos brasileños tienen mezcla de varias etnias. Hay nativos americanos que, supuestamente, estaban erradicados desde hace mucho tiempo. Se nota claramente el mestizaje de los esclavos africanos así como de los europeos. Sin embargo, al brasileño no le importa el color de la piel, se concentran más en las clases sociales.

Debido a la diversidad cultural de sus ciudadanos, Brasil posee muchas fiestas y festivales. El canto y la danza dominan muchos de estos eventos, especialmente en el famoso Carnaval. Y su amor por la comida no se queda atrás. El pueblo brasileño suele usar una amplia variedad de condimentos en su cocina regional y tiene muchos platillos típicos.

Parte de la cultura brasileña integra a las poblaciones indígenas por todo el país, y muchas personas viven en zonas rurales, o áreas inaccesibles. En muchos de estos lugares, existen muchos idiomas y dialectos hasta hoy desconocidos en cualquier otra parte del mundo. Los indios viven de lo que producen en la tierra y raramente conviven con el comercio del mundo exterior. De hecho, el Gobierno brasileño ha registrado muchas de estas tierras indígenas para proteger esta herencia.

Brasil puede a veces parecer una olla de presión de diferencias, casi a punto de hervir. Pero el colorido de la cultura y la efervescencia del pueblo crean una energía que hace de Brasil un destino popular para muchos turistas cada año.

La riqueza de la cultura y su variedad vienen del pueblo, uno de los más étnicamente diversificado en el mundo. El sur experimentó una inmigración masiva de alemanes e italianos, así como de rusos, polacos y ucranianos, pero estos últimos, con una inmigración en menor grado.

 

No hay mejor definición para São Paulo que decir que es una caldera de razas. Hay una gran comunidad japonesa en el estado, además de un poco de muchas otras nacionalidades también: italianos, árabes, español, portugués y judíos, para nombrar unos pocos. Una caminata por las calles de São Paulo es un increíble ejercicio de adivinación de la etnia de las personas.

 

El Estado tiene la misma base de inmigración de Nueva York, por ejemplo. La diferencia es que en São Paulo, las bodas interraciales son comunes desde su fundación. Esta gran mezcla produjo aquello que nos gusta llamar un tipo único de personas: ¡los brasileños!

 

Rio de Janeiro y Bahia -en un grado más elevado- tienen una gran población negra. Los indios fueron desplazados más a la Región Central, más cercana a la Floresta Amazónica.

Una versión de la historia de los grupos étnicos en Brasil explica que cuando los portugueses comenzaron a colonizar el país, no había muchas mujeres europeas en la colonia. Sin embargo, había muchas mujeres entre los indios y los esclavos negros y, al parecer, los portugueses eran menos estrictos que los colonos británicos, holandeses y españoles, pues muchos tomaron las indias y las esclavas como sus esposas o concubinas.

 

En cierta forma, esto afectó la característica racial del país por siempre, influenciando a las futuras generaciones de inmigrantes. Por lo tanto, actualmente Brasil es el hogar de varios orientales de piel oscura, negros con ojos verdes e incluso orientales de ojos claros. La ‘brasilidad’ es exótica.

La mezcla del europeo con negros africanos creó una de las más célebres características físicas brasileña: el «mulato». Normalmente celebrada con la Reina del Carnaval, la mulata brasileña es exaltada en cientos de canciones. Sin la mulata, el Carnaval brasileño no sería el mismo.

Esta gran mezcla de pueblos creó una rica diversidad cultural, que va desde la Capoeira – una especie de arte marcial traída por esclavos africanos muy popular en la región Nordeste de Brasil – hasta la versión brasileña de la tradicional fiesta alemana, la Oktoberfest en Blumenau, en el Estado de Santa Catarina. Esta increíble variedad está presente en la arquitectura, la música, la culinaria e incluso en los códigos de vestimenta.

 

Más importante que cualquier otra cosa, la diversidad produjo un pueblo simpático, creativo y siempre dispuesto a dar una sonrisa, aún en tiempos difíciles. Los brasileños bailan, ríen y juegan, sin importar la situación. Y así como Cristo Redentor, en la cima del Corcovado, en Rio de Janeiro, los brasileños reciben a todos con los brazos abiertos.

 

Nota: Aunque existe un alto nivel de injusticia social en Brasil, eso tiene más que ver con clases sociales que con razas. Nunca hubo el tipo de segregación vivido por la población negra en Estados Unidos. Nunca hubo segregación de escuelas, baños, restaurantes o lugares especiales asignados en los autobuses.

 

Otra curiosidad es que un formulario, común en los Estados Unidos, por ejemplo, donde se pide para que la persona identifique su origen racial es muy extraña para los brasileños. Viniendo de un país con tal diversidad, es muy difícil para los brasileños imaginarse cuál podría ser la relevancia de eso.

 

Todo en Brasil parece ser mayor que la vida. Tiene las mayores fiestas, las mayores cascadas, las mayores zonas húmedas, el río más grande y la mayor selva tropical (y una de las más exclusivas y diferenciadas culturas del planeta). Para los viajeros, Brasil muestra toda su dimensión y variedad de una forma arrebatadora.

 

Única, vibrante y llena de maravillas inesperadas, la cultura brasileña y su multifacética magia contagiosa nunca fallan en la conquista de los corazones de todos los que la visitan. Sería imposible, en un solo viaje, ver toda la inigualable belleza de Brasil. Es una buena idea ir preparado sabiendo algo acerca de la cultura típica de las regiones que desea visitar.

 

La gente suele pensar en Brasil como un paraíso tropical exótico, con las poblaciones locales bailando y divirtiéndose todo el día, y el Carnaval de Rio de Janeiro ayudó a desarrollar esa imagen. Sin embargo, eso ocurre sólo en Rio de Janeiro y en el Nordeste durante los días de fiesta del Rey Momo. La cultura brasileña es mucho más que eso.

A los habitantes originales (indios) se añadieron sucesivas oleadas de inmigrantes europeos (principalmente portugueses) y africanos (la mayoría de la costa occidental subsahariana). La influencia de los nativos americanos es más evidente en la cuenca del Amazonas. Muchos platillos regionales, danzas y costumbres reflejan claramente los orígenes de los nativos americanos. La cultura africana tiene una fuerte influencia en el Nordeste. El Río de Janeiro y Minas Gerais tienen más características similares con Portugal. São Paulo recibió a miles de inmigrantes italianos durante los siglos 19 y 20, cuyas influencias están dispersas en todo el Estado. Los alemanes se establecieron en los valles y montañas del sur de Brasil y su cultura e idioma tiene fuerte presencia en Santa Catarina. Por último, Rio Grande do Sul, el Estado más meridional del país, se parece más a Argentina y Uruguay que al resto de Brasil.

 

Con el fin de hacer de Brasil uno de los principales destinos turísticos en el mundo, el Gobierno está invirtiendo miles de millones en infraestructura local, con la intención de atraer a nueve millones de turistas cada año y más de un millón de puestos de trabajo a las poblaciones locales. En una pequeña área de la costa existen más de veinte campos de golf planificados. El nuevo puente suspendido de Natal abrió la deslumbrante costa norte de Brasil al desarrollo. Los expertos del sector prevén un 400% de crecimiento de capital en esa región durante los próximos diez años. Y el nuevo aeropuerto será el área más grande de América del Sur, el quinto más grande del mundo. No hay duda de que las propiedades en Natal y en Brasil tendrán un incremento en sus valores y es por eso que hemos enfocado en esta región.

 

Si usted está planeando una visita a Brasil, tenga en cuenta que su ubicación es en los trópicos y tiene un clima cálido a lo largo de todo el año. Esto se aplica a todas las regiones, excepto en algunos lugares en el sur. Desde São Paulo hasta la región Norte se puede disfrutar de la playa en cualquier momento. Las aguas de las playas de Rio de Janeiro tienden a ser más frías que la media brasileña, pero en el Nordeste el mar está siempre caliente. Brasil tiene tres principales zonas climáticas, cada una de ellas con su propia estación de lluvias. En Rio de Janeiro y en la región sur llueve más en el verano, de octubre a mayo. Los inviernos son secos y leves en Rio, pero puede hacer mucho frío en el sur del país.